Sep 9, 2024 por Karla Gasca
Es casi mediodía de un sábado cualquiera y mi estómago exige desayuno. Tomo asiento en una banca alargada de metal frente a Birria y Menudo Mendiola y desde ahí observo el panorama: láminas polvorientas, ventanas con rejillas mugrosas, cables de luz, tinacos Rotoplas y las columnas que sostienen el gran techo del Mercado Aldama.